PARIS

PARIS





París, una de las ciudades más bellas del mundo, la más visitada, y probablemente la más romántica de las que pueblan el planeta, hace honor a su fama y no defrauda a nadie que acude a visitarla, sin que más bien, a la hora de partir el viajero siente tener que partir, y lamente no disponer de más tiempo (o dinero) para volver en seguida o quedarse más tiempo en una ciudad mágica, con un encanto especial que se percibe en cada esquina, cada plaza, o simplemente en cada uno de sus cafés.
A diferencia de otras grandes ciudades europeas, París no tiene un "centro" definido alrededor del cual se expande la ciudad, más bien todo París es "centro", y esto es debido a que París no ha ido absorbiendo las pequeñas ciudades que se encontraban a sus afueras, sino que estas han mantenido su independencia administrativa pese a que el límite entre una de estas pequeñas ciudades y la gran ciudad de París es tan solo un paso de peatones. Este hecho de permanecer "encerrada" desde hace tiempo hace que todo París tenga un aspecto antíguo y clásico, y que un paseo por París sea un paseo por un lugar donde el tiempo no parece existir, donde pese al bullicio y al movimiento propio de una de las ciudades más importantes del mundo el visitante tendrá la sensación de encontrarse en un lugar que no ha cambiado durante décadas o incluso siglos.


El sobrenombre de "Ciudad de la Luz" se debe a que Paris fue la primera ciudad en dotar a sus calles y edificios importantes de luz eléctrica, lo que causó admiración en todo el mundo, aunque este nombre también podría deberse perfectamente a que Francia, y en concreto París, ha sido también la luz del mundo y ciudad adelantada a su tiempo como muestra el hecho de que aquí se fraguaron los derechos del hombre, y los principios de libertad, igualdad y fraternidad, principios que aún hoy no están presentes en muchos lugares del mundo.
Esta guía turística pretende describir lo que se puede ver en París, pero también intenta expresar lo que se siente al visitar París, algo que probablemente solo puede entender alguien que ya ha estado en esta magnífica ciudad, y propone consejos para sacarle el máximo provecho a la visita a la ciudad más bonita del mundo.

MUSEOS DE PARIS

Para los amantes del arte y los museos París será sin duda un paraíso que les dejará impresionados por la cantidad y calidad de sus museos, ya que aunque la presencia de uno de los principales museos del mundo como es el Louvre, ya justifica por si sola una visita a París, la oferta museística de la capital francesa dista mucho de acabarse ahí.


Sin duda el Louvre es la joya de la corona de los museos parisinos, un lugar donde se pueden pasar días enteros descubriendo y admirando maravillosos lienzos, esculturas u objetos herencia de civilizaciones pasadas. Si la idea es simplemente "ver lo principal" por falta de tiempo, el visitante lo tendrá difícil para elegir qué es "lo principal", aunque desde luego imprescindibles deben ser sin duda la visita a La Gioconda o Mona Lisa, la contemplación de la Batalla de Samotracia y el Código de Hammurabi si se quere ver al menos una muestra de pintura, escultura y de elemento histórico de gran influencia para la historia de la humanidad.
Al margen del Louvre, el segundo museo en importancia es el Museo d´Orsay. Situado enfrente del Louvre, en una antigua estación de tren, al otro lado del siempre presente Sena, el Museo d´Orsay recoge una extensa e importante colección de arte moderno, siendo uno de los principales referentes del mundo en este sentido.

La tabla siguiente muestra algunos de los principales museos de París con sus direcciones y sus sitios web:
Museo del Louvre
Rue de Rivoli www.visitarparis.com/louvre.htm
Museo de Orsay
Rue de la légion d´Honneur 1 www.musee-orsay.fr
Museo Rodin
77 Rue de Varenne www.musee-rodin.fr/
Museo de l´Orangerie
Jardin des tuileries www.paris.org/Musees/Orange/
Museo Grévin
Boulevard Montmartre 10 www.visitarparis.com/museo_grevin.htm
Museo de Historia Natural
Rue cuvier, 57 (en el Jardín de Plantas) http://www.mnhn.fr/
Museo del erotismo
Boulevard de Clichy, 72 www.musee-erotisme.com/
Museo Marmottan Monet
Rue louis Boilly 2 www.marmottan.com/
Museo Carnavalet (historia de París)
Rue de Sévigné, 23 http://www.paris.org/Musees/Carnavalet/info.html


EL MUSEO DEL LOUVRE

Lo cierto es que es complicado escribir sobre el Museo del Louvre, sobretodo porque se podría escribir toda una enciclopedia sobre sus obras de arte, su historia y sobre todos los secretos que esconde.

El Louvre impresiona desde el primer momento que se ve, y es que el edificio en sí ya sería una gran atracción turística sin tener en cuenta todos los tesoros que encierra en su interior, y de hecho aun en el supuesto caso de que no nos gusten los museos o no tengamos mucho tiempo para visitarlo, la visita al exterior es totalmente obligada. El Louvre tiene forma de cuadrado al que le falta un lado, con un enorme patio central en medio en cuyo centro se situa una moderna pirámide acristalada, la famosa Pirámide del Louvre, una pirámide que ha sido objeto de numerosas críticas de puristas amantes de lo clásico y de no pocas teorías sobre la simbología mística de esta pirámide central (y de otras más pequeñas que asímismo se encuentran en el patio).

Como no quiero siquiera empezar a hablar del interior, simplemente quiero dar unos pequeños consejos para visitar el Museo del Louvre:
- Ser selectivos - El Museo del Louvre no puede visitarse entero, o no al menos en un día ni en dos. Simplemente es imposible; podemos intentar ver todo rápido, podemos correr por sus pasillos y recorrer todos ellos, pero es imposible visitarlo en condiciones en un día. Por esto es más que aconsejable ser selectivos, es decir, planificar antes qué es lo que es para nosotros más importante y lanzarnos directos a por ello, y si luego nos sobra algo de tiempo podemos ver algo más, pero nunca pretender que nos dará tiempo, ya que lo más probable es que acabemos perdiéndonos algo que queríamos ver a toda costa. Por si no ha quedado claro... el Museo del Louvre no se puede visitar siquiera en dos días, insisto.

- Visitas guiadas al Louvre - muy útiles para sacar el máximo partido a nuestra visita, y más aún si no somos grandes expertos en arte, ya que el propio guía se encargará de separar la paja del grano y mostrarnos lo que tiene más valor (que es cierto que no forzosamente tiene que ser lo que más nos guste). Esta opción nos hará sobretodo ganar mucho tiempo al no esperar colas, poder visitar más cosas sin perdernos y por supuesto aprender mucho más, pero claro.. el inconveniente.. hay que pagarlas.

- Si decides visitar el Louvre sin guía... visita la página oficial del museo, cuya dirección la tienes en la sección de museos de París. Nada mejor que el sitio oficial para saber todo lo que podrás ver... y lo que te perderás.

- No vayas con zapatos nuevos ni con tacones. No vas a la fiesta del embajador ni a una cena de gala. Vas a andar; vas a andar mucho, así que lo mejor es que lleves un calzado lo más cómodo posible, o de lo contrario tus pies lo notarán y mucho



LA TORRE EIFFEL

Ninguno de los que visitan la Torre Eiffel de Paris ignoran lo que se van a encontrar, ya que a buen seguro el 100 % de los millones de visitantes que Paris recibe cada año la han visto antes, bien en cualquier documental o película, bien en fotografía o postal, lo que no quita para que quien la ve por primera vez en persona quede realmente impresionado y maravillado por la inmensidad de la Torre Eiffel, inmensidad que va aumentando hasta que nos situamos bajo sus pies, y intentamos hacernos una idea de como es posible que el ser humano haya podido construir semejante maravilla.
Visitada cada año por más de 6 millones de visitantes, la Torre Eiffel es el símbolo de Paris, su imagen más internacional y un orgullo para la ciudad, algo impensable hace más de cien años, cuando la torre se estaba construyendo pese a la fuerte oposición de los intelectuales y los parisinos de la calle.



Historia de la Torre Eiffel

Lejos de lo que pueda indicar la popularidad actual y el orgullo que supone para los parisinos la Torre Eiffel, la Torre Eiffel ha tenido una historia complicada, historia que pudo acabar con ella en diferentes ocasiones, aunque felizmente ella sigue firme, esbelta y altiva controlando todo lo que sucede en París, su casa.
Las obras para su construcción comenzaron en 1887 para conmemorar la Exposición Universal que celebraba el centenario de la Revolución Francesa, tras 3 años de estudios por parte de Eiffel y sus ayudantes, 3 años de lucha contra la opinión pública que no querían un "armatoste" de hierro que no servía para nada y que costaría una millonada. Finalmente, un 31 de Marzo de 1889, se inauguraba la Torre Eiffel, que pese a lo que había costado su construcción, en términos económicos y de lucha contra la voluntad popular, tenía una fecha de caducidad, ya que estaba pensado que se desarmase la estructura metálica en 1900, cuando terminase la Exposición Universal, y así hubiese sido de no ser porque a la armada francesa se le ocurrió hacer unas pruebas con equipos de radio en lo alto de la torre, descubriéndole un uso a la Torre de Eiffel para el que no había sido construida.
En la actualidad son varias las antenas que coronan la Torre Eiffel, y no solo de radio, sino también de televisión, y de hecho la presencia de estas antenas han elevado su altura, de los 312,27 metros que medía en 1889 hasta los 324 metros que mide en la actualidad, y que constituyen el punto más alto de la ciudad de Paris.

Subir a la Torre Eiffel

Subir a la Torre Eiffel es algo obligado, algo que todo aquel que visita Paris debe hacer, ya que si no se sube es casi como si no se hubiese estado allí.
Para subir tenemos diferentes opciones, todas ellas previo pago por caja, por supuesto. Los más deportistas podrán utilizar las escaleras (1665 escalones ni más ni menos), y para los demás (la mayoría) existen ascensores que nos podrán dejar bien en el primer, o bien en el segundo piso, una opción muy poco recomendable para aquellos que padezcan de vértigo, especialmente si corre algo de viento. En las dos alturas donde se puede subir existen diferentes tiendas de recuerdos, además de dos restaurantes de lujo. Decir también que existe un tercer piso aún más arriba, con una vista aún mejor (lógicamente), pero que poca gente se atreve a ver, ya que es la parte alta de la Torre Eiffel y se perciben perfectamente los movimientos de esta a poco que hay un poco de brisa.


Vista de la Plaza de Trocadero desde
lo alto de la Torre Eiffel

En cuanto a la vista decir que es de las mejores de Paris junto con la de la Torre Montparnasse (que tiene como ventaja la ausencia de largas colas y el hecho de que se hace en un edificio convencional donde el viento no asusta y la lluvia no incomoda) y la del Arco del Triunfo, muchísimo más bajo que la Torre Eiffel pero con una vista impresionantemente bella.
Por la noche la Torre Eiffel de Paris permanece siempre iluminada, y cada media hora (o una hora dependiendo de la época del año) luce por espacio de 10 minutos una iluminación centelleante que constituye un verdadero espectáculo, siendo posible presenciarlo desde cualquier lugar de Paris y sus alrededores.




MONTMARTRE Y EL SAGRADO CORAZÓN DE PARIS

En lo alto de la Colina de Montmartre, coronando la ciudad de París, se encuentra la Basílica del Sagrado Corazón de Montmartre, blanca y resplandeciente, que parece vigilar y controlarlo todo.
Si bien es Notre-Dame la iglesia (Catedral en este caso), que ostenta (con merecimiento) el título oficioso de monumento religioso más importante de París, para el visitante puede ser una sorpresa descubrir la belleza del Sagrado Corazón, Sacre Coeur para los franceses, y de todo su entorno, belleza que hace muchos de los turistas que visitan Paris busquen su hotel en Montmartre.

EL ARCO DE TRIUNFO Y LOS CAMPOS ELISEOS

El Arco del Triunfo es, después de la Torre Eiffel, el monumento más representativo de la ciudad de París, y al igual que la Torre, impresiona bastante más al verlo en realidad que al verlo en una fotografía.
El Arco está situado en la Plaza de la Estrella, Place de l´étoile, punto de partida de varias avenidas importantes de París, entre ellas la más célebre de la ciudad y quizás también la más célebre del mundo, la avenida de los Campos Elíseos.
La avenida es un lugar siempre concurrido y abarrotado de gente, y es el lugar favorito de los parisinos para comprar, ir al cine o tomar algo en una de sus terrazas, siempre completas de turistas. Aquí está el famoso Lido de París, un gran número de cines y un sinfín de galerías comerciales, restaurantes y hoteles.
En los Campos Elíseos todo está enfocado al visitante y el ocio, e incluso una visita a uno de sus concesionarios de coches es interesante, ya que todos los que se encuentran están siempre atestados de curiosos admirando los distintos prototipos o coches de época y de diseño que se exponen allí.

Las terrazas están siempre completas y es difícil encontrar sitio, y si se encuentra hay que tener cuidado con lo que se pide y mirar la carta antes, ya que por ejemplo el precio de una cerveza ronda o supera (dependiendo de la marca) los 6 €, con lo cual sobretodo si se va con niños es como para pensárselo dos veces antes de sentarse.
Por la noche, como no podía ser de otra forma, en los Campos Elíseos y alrededores es posible encontrar discotecas, y además los cines suelen abrir hasta tarde, por lo que también es un lugar animado cuando se pone el sol.


Espectacular vista de los Campos Elíseos con la
iluminación navideña, con una noria instalada
en Concorde al fondo

El Arco del Triunfo

Cuando se ve el Arco del Triunfo en foto uno piensa automáticamente en La Puerta de Alcalá de Madrid, o en diferentes arcos de triunfo de origen romano, pero cuando uno se va acercando al Arco del Triunfo de París rápidamente se va percatando de que este no tiene igual.
En efecto, sus dimensiones superan o duplican las de cualquier arco de triunfo "normal", tanto en anchura como en altura, siendo esta su característica más destacable, que se hace más patente aún si se sube a lo alto del arco, y es que desde allí se puede ver la que es probablemente la vista más bonita de Paris, ya que pese a estar a una altura evidentemente inferior a la de la Torre Eiffel y a la de la Torre Montparnasse (el edificio más alto de la ciudad), desde el Arco del Triunfo se contempla perfectamente el perfecto dibujo de la estrella que da nombre a la plaza, plaza que es origen de 12 grandes avenidas que parten desde allí. Además, por sus costados la vista es impresionante, teniendo por un lado una vista espectacular de los Campos Elíseos, otra de la Avenida de la Grande Armée con el Arco de la Defense al fondo "haciendo la competencia", la Torre Eiffel por un lado y por otro lado el resplandeciente Sagrado Corazón de Montmartre. Como no, lo único malo de tener que subir es el previo pago por taquilla, que como casi siempre en París, resulta algo excesivo, pero bueno, hay que tener en cuenta que si todo aquel que visita París sube a la Torre Eiffel lo mismo debería hacer con el Arco del Triunfo, más aún cuando la vista es más espectacular si cabe.

Vista del Arco de Triunfo, imponente,
en medio de la "Place de l'Etoile"

En cuanto a sus orígenes, tienen lugar en 1806, cuando el entonces emperador Napoleón Bonaparte decidió construir un Arco de Triunfo como homenaje a sus ejércitos y en honor de sus victorias. El arco tiene una altura de 50 metros, y la anchura es de 45 metros. En las paredes inferiores del Arco, que se pueden observar cruzando al centro de la plaza por unos accesos subterráneos, están grabados los nombres de muchos generales y batallas en los que participaron tropas francesas. También se construyó allí la Tumba del Soldado Desconocido al acabar la I Guerra Mundial en 1919, y no es difícil encontrar a veteranos de la Segunda Guerra Mundial con sus uniformes y banderas acudiendo allí no se sabe bien si a homenajear y recordar a sus compañeros caídos o a recibir el homenaje y reconocimiento general.

Vista nocturna del Arco del Triunfo
de París iluminado



LA IGLESIA DE LA MADELEINE

Situada muy cerca de la Plaza de la Concordia (Concorde), en una zona muy comercial de alto standing (al lado de la calle Faubourgs Saint-Honoré, una de las calles más comerciales y glamurosas de París), la Iglesia de la Madeleine llama muchísimo la atención por su arquitectura en forma de templo clásico griego.
La construcción comenzó allá por 1764 por Contant d´Ivry, siendo luego reconstruida con planos de Guillaume Couture (1777), aunque a causa de la Revolución Francesa las obras se interrumpieron de 1790 a 1805 y en 1806 La Madeleine se transformó en Templo homenaje a la Gran Armada, función que tuvo hasta que se acabó de construir el Arco del Triunfo, que la relevó en esa función.
En 1842 volvió a ser iglesia católica, función que continúa representando en la actualidad.
La Madeleine se sale de todos los tópicos de iglesia occidental, ya que cuando alguien pasea y la encuentra por azar, no descubre que es una iglesia hasta que no accede a su interior, debido a su arquitectura griega.
El interior de La Madeleine de Paris no es tan interesante como el exterior, pero merece la pena como mínimo subir sus escaleras para contemplar desde allí la Rue Royal, con Concorde y el Obelisco al fondo, teniendo ante nosotros una de las imágenes más bellas que automáticamente retendremos para siempre en nuestra memoria.

NOTRE-DAME DE PARIS

La Catedral de Notre-Dame es la iglesia más conocida de París sin duda alguna, siendo la obra por excelencia representativa del estilo gótico a nivel mundial.
Su privilegiada situación, bordeada por el Sena y con jardines por delante y por detrás, hacen que la catedral pueda ser observada en su totalidad con total comodidad para el visitante, que podrá inmortalizar su visita con bellas fotografías desde cualquiera de los puentes que cruzan el río, desde su jardín delantero, con las dos torres principales presidiendo la imagen, desde un lateral, pudiendo destacar la expresividad de sus célebres gárgolas, o desde la parte de atrás, donde destacan las altas agujas que coronan su “tejado”.
La construcción de la catedral de Notre-Dame se llevó a cabo entre los siglos 12 y 14 (de 1163 a 1345 concretamente), y el proyecto es de Maurice de Sully.
El interior sin duda no es tan impresionante como el exterior para el inexperto en arte, pero resulta ciertamente impresionante entrar a la catedral y ponerse en el pasillo central de la iglesia cara al altar, observando toda su grandeza e inmensidad.
Existe un museo con un tesoro en su sacristía, al que se accede desde el interior de la iglesia.

La Catedral de Notre-Dame
está situada en un marco
incomparable, con el Sena
acompañando el perfil de la iglesia
Si podemos elegir día y hora para efectuar nuestra visita a Notre-Dame, puede resultar interesante hacerla el sábado a las 14 :30, ya que en ese momento se efectúa una visita guiada totalmente gratuita en lengua española.

CENTRO POMPIDOU

El Centro Nacional de Arte y Cultura Georges Pompidou, más conocido como "Centro Pompidou", fué inaugurado en 1977, y aunque concebido cuando el presidente era en Francia George Pompidou, este falleció antes de poder verlo terminado, siendo su sucesor, Giscard D´Estaing quien lo inauguró.
El Centro es un enorme museo de arte contemporáneo, y en su anterior se realizan multitud de exposiciones de todo tipo, representaciones teatrales, y está dotado con una enorme biblioteca pública con capacidad para más de 2000 personas.
Lo más llamativo del Centro Pompidou no es la gran cantidad de obras de arte modernas que alberga ni todas las actividades que se pueden encontrar en su interior, sino que el gran interés del centro, sobretodo para los visitantes, es el edificio en sí, un edificio moderno diseñado por los arquitectos Renzo Piano y Richard Rogers, que destaca por su apariencia semi-industrial y el hecho de que sus elementos funcionales, como escaleras, conductos de agua, de aire, etc... están situados en el exterior del edificio, dejando un interior diáfano donde se puede aprovechar cada metro cuadrado del interior. Este hecho es el que le da su apariencia característica, con una fachada principal donde destacan las escaleras mecánicas que cruzan la fachada de un lado a otro, y la parte posterior, donde están todos los tubos de diferentes conducciones y suministros, que están pintados de vivos colores.
Precisamente este aspecto, tan innovador y chocante en los años 70, hizo que fuese muy criticado al chocar enormemente con la estética clásica y romántica de las calles y edificios parisinos, pero a día de hoy es de los edificios más queridos por los parisinos, y de los más visitados por los turistas.

EL BARRIO LATINO

El Barrio Latino de Paris, situado a escasos metros de Notre Dame, cruzando el Sena, es uno de los lugares más animados sobre todo en la tarde-noche parisina. Lo forman una serie de pequeñas calles y callejuelas donde no hay más que bares y restaurantes de todos los lugares del mundo y para todos los bolsillos, pudiendo tener en pocos metros distintos restaurantes griegos, italianos, chinos o japoneses, y pubs irlandeses junto a típicos pubs al más típico estilo fashion parisino. Sin la menor duda, el Barrio latino es uno de los pocos lugares donde se puede comer barato en Paris, aunque hay que decir que la calidad casi siempre es acorde con el precio, así que si lo que queremos es probar las exquisiteces de la comida francesa mejor es probar en otro sitio, ya que en el Barrio Latino la mayoría de restaurantes ofrece comida sin más para que el turista se quite el hambre, y aunque la mayoría ofrecen una calidad aceptable hay otros restaurantes donde aspectos básicos como la atención al cliente e incluso la higiene simplemente no están presentes; por fortuna estos son los menos, así que nohay que asustarse, pero si se puede conviene echar un vistazo a los platos de los clientes antes de sentarse, y no mirar solo la carta y los precios.
El Barrio Latino es un lugar donde es muy agradable pasear, y donde el no conocer la lengua francesa no suele ser un gran inconveniente, ya que está atestado de turistas que, caso de que en el restaurante en cuestión no nos entiendan, nos pueden siempre echar una mano (en los lugares turísticos como es lógico aunque no sepan español la carta sí suele estar en español, así que nos podemos comunicar con el camarero en un perfecto "francés por gestos", que todos dominamos).
Visita imprescindible que se puede hacer aprovechando una jornada con visita a Notre Dame, que podría estar asímismo precedida de un paseo por Bouburg (barrio donde se encuentra el moderno Centro de Arte Pompidou), muy cercano así mismo al espectacular Ayuntamiento de Paris (no hay más que seguir los carteles de "Hôtel de Ville" para encontrarlo) y a la explanada de Châtelet.

LA OPERA DE PARIS

La Opera de Paris (conocida como Opera Garnier, o como "La Opera Antigua", ya que existe una nueva en la histórica Plaza de la Bastilla) es uno de los edificios más bellos y representativos de París, resultando impresionante su vista desde la isleta central de la Plaza de la Opera, siempre llena de turistas y aficionados (también profesionales) a la fotografía, donde se encuentran los accesos al metro.

La Opera de Paris es uno de los edificios
más bellos de Paris
La Opera se sitúa como elemento central en la Plaza de la Opera, a la que da nombre, y se encuentra muy cercana al Museo del Louvre, que está a tan solo 10 minutos de paseo por la Avenida de la Opera, una de las pocas de Paris que no tiene ningún árbol plantado por expreso deseo de Napoleón III, quien temía ser disparado desde las ventanas de los edificios laterales, ocultas por las ramas y hojas.
El edificio de la Opera fue construido por el arquitecto Charles Garnier entre 1861 y 1874 por orden de Napoleón III, quien por ironías del destino no llegaría a ver la inauguración del teatro-ópera en 1876, con la ópera Jeanne D´Arc, de Mermet, aunque las iniciales N-E (Napoleón - Eugène, su mujer) presiden la fachada principal.
Más que un lugar para disfrutar de la ópera, el edificio era un lugar de prestigio, un círculo elitista donde burguesía y aristocracia acudían a lucirse, y es que aún hoy en día la Opera de Paris sigue impresionando por su monumentalidad, su espléndida escalera de entrada y su suntuosa decoración sobrecargada de dorados y candelabros. También, aparte de la magnífica escalera, la escena es digna de destacar, sobretodo su sorprendente cúpula decorada con unas magníficas pinturas obra de Chagall. La impresionante galería que da a los balcones orientados a la Plaza de la Opera no es menos impresionante que el resto, y en la actualidad allí se celebran importantes fiestas, actos sociales y recepciones.
Hoy en día, el Palacio de la Opera de Garnier alberga sobretodo espectáculos de ballet, y solo en ocasiones especiales se representa allí alguna ópera clásica, ya que normalmente estas representaciones se efectúan en la nueva ópera, en Bastille, más práctica pero mucho menos espectacular. Para hacerse una idea de su monumentalidad, baste decir que su superficie es de 11.237 metros cuadrados.



PARIS DE NOCHE

La noche es el momento perfecto para hacer muchas cosas imprescindibles en París: una cena romántica, un crucero por el Sena contemplando las iluminaciones de la Ciudad de la Luz, asistir a un espectáculo único en el mundo como pueda ser el del Moulin Rouge, o simplemente darse un paseo por lugares siempre animados como el Barrio Latino o los Campos Eliseos.
Como la oferta de Paris de noche es demasiado amplia, lo mejor es separar las diferentes opciones:

- Cruceros nocturnos por el Sena
- Espectáculos típicos parisinos - cabarets Paris
- Paseos nocturnos por París
- París de marcha - para los quieras disfrutar de la marcha parisina. Bares, pubs, discotecas...
- Cenar en París

Paris Iluminado
Cuando cae la noche París no es para nada una ciudad oscura, sino que, lejos de eso, la ciudad mantiene su encanto, y sus principales edificios y monumentos adquieren otros tonos no menos espectaculares gracias a sus cuidadas iluminaciones.
Si se suele decir que hacer un crucero por el Sena es algo obligado, debería decirse que lo obligado es en realidad hacer dos cruceros por el Sena, uno de día y otro de noche para ver dos versiones magníficas del mismo espectáculo, y es que realmente decidir cual de las dos opciones es mejor es tarea harto complicada y se reduce a una mera cuestión de gustos, aunque a buen seguro que a nadie le defraudará ninguna de las dos versiones.

LAS MEJORES
VISTAS DE PARIS

La ciudad de Paris vista desde lo alto es un espectáculo por sí solo, tanto de día como de noche, y diversos puntos y edificios de la ciudad permiten tener unas excelentes paronámicas de la Ciudad de la Luz. Esta es una pequeña recapitulación de las mejores vistas de Paris ordenadas según un criterio totalmente subjetivo y personal:

- La Torre Eiffel.- La coloco la primera no porque sea la mejor, sino porque es la vista imprescindible de Paris. La primera pregunta que un turista que ha visitado Paris se encuentra al volver a casa es "¿subiste a la Torre Eiffel?", y es que ir a Paris y no subir a la Torre Eiffel suena a pecado. La vista evidentemente es buena, y se puede tener la perspectiva más elevada de la ciudad. La pega es la enorme cola que hay que esperar cuando hace bueno, que es cuando mejor se puede disfrutar de la vista. En invierno resulta difícil encontrar un día sin niebla, con lo que subir al tercer piso no suele tener mucho sentido en esta época del año.

- El Arco de Triunfo.- Personalmente, (para gustos los colores) la mejor vista de Paris. Impresionante desde lo más cercano, la propia Plaza de la Estrella con las 12 avenidas que parten de allí que forman un dibujo totalmente simétrico, hasta lo más lejano, pudiendo ver con claridad la Torre Eiffel, el Sagrado Corazón de Montmartre y el Arco de la Defènse. Impresionante vista para los cuatro lados del Arco. Como pega, que es algo caro, ya que nos costará aproximadamente lo mismo que subir a la Torre Eiffel, y aquí no tenemos ascensores ni vamos atan arriba, con lo que el precio no está del todo justificado, pero de veras, merece la pena.


- El Sagrado Corazón.- Desde el Sagrado Corazón de Montmartre la vista de Paris es genial, y además se puede disfrutar de ella plácidamente sentados en los escalones que descienden de la cima, donde se tiene una sensación de paz y tranquilidad impropias de una gran ciudad y de un lugar siempre atestado de turistas. Además de todo esto, es gratis.

- El Panteón.- Desde fuera no parece tan grande, pero al estar situado en una colina, y tener una altura respetable, la vista es también bastante buena. La vista no es el solo atractivo de este edificio parisino, ya que en el se encuentran enterrados algunas de las personalidades más ilustres de la historia de Francia, para las que se construyó el edificio. Hay que visitar las criptas, la sala principal y si se puede también se debe subir a ver la vista desde arriba. La pega, muchísimos escalones que subir, aunque se realizan 3 o 4 paradas en diferentes puntos para tener diferentes panorámicas y de paso coger un poco de aire.

- El Hotel Concorde Laffayette.- Adosado al Palacio de Congresos y Exposiciones de Porte Maillot, con el que se comunica, en la última planta dispone de un bar panorámico que ofrece una maravillosa vista de una parte de Paris (Lástima que el bar no ocupe toda la planta, sino solo uno de los lados), y aunque la mayoría de lo que se ve es bosque (Bois de Boulogne - Bosque de Bolonia), también podemos ver hacia la parte derecha edificios importantes como Los Invalidos o la Torre Eiffel. La vista es buena tanto de día como de noche, con las ventajas de que al ser un lugar acristalado no estamos expuestos a las inclemencias del tiempo, y de que podemos disfrutar de la vista sentados en sus cómodos sillones tomándonos lo que nos apetezca. Como pegas, por ponerle alguna, que por la noche (a partir de las 21:30 o 22:00) la consumición mínima sale por 15-20 € (mismo precio para un zumito que para un Chivas), así que si se puede conviene pasarse antes, que la consumición saldrá por 5-6 €, que no es una ganga pero es lo que vale en cualquier bar de cualquier hotel famoso de Paris o cualquier terraza donde no hay ningún tipo de vistas como la que se nos ofrece aquí. Recomendado, sobretodo si se dispone de tiempo (para no renunciar a visitar nada "importante" de la ciudad) o si el hotel donde nos alojemos está cercano.